Mire este breve y convincente video de la Dra. Constance Nielsen sobre el poderoso impacto de la educación clásica en las vidas de los jóvenes.

La diferencia clásica

Una Educación Clásica, con toda su diversidad de métodos y enfoques, busca ir más allá de impartir conocimientos para desarrollar las facultades de la mente: observación, memoria, categorización, análisis, imaginación, et al. Dicha educación, orientada hacia las habilidades, forma no solo el intelecto sino también la voluntad, donde el niño se convierte en un autodidacta autodirigido y autocontrolado. Aunque el tema es importante, como Dorothy Sayers escribió una vez, “Los“ sujetos ”suministran material; pero todos deben ser considerados como un mero molino para que el molino mental trabaje ”.

Dos rasgos generales caracterizan la educación clásica. El primero es el uso de fuentes primarias donde el estudiante puede estudiar y observar cosas directamente en lugar de a través de la lente de una explicación resumida. Estas “fuentes primarias” no son solo los escritos originales de los autores más famosos del mundo. En las ciencias naturales, podría ser salir al bosque y observar la naturaleza a través del arte y el diario. En la historia, podría ser encontrar “artefactos” históricos alrededor de la casa para analizar de acuerdo a lo que dicen sobre el pasado. En religión, podría ser pasar tiempo en la contemplación tranquila del Santísimo Sacramento (¡la fuente primaria última!).

“Aprender sólidas habilidades de escritura y expresión oral, áreas en las que tuve problemas al ingresar a SAA, me ha ayudado a ser un mejor estudiante e ingeniero”.

Shannon Seitz, promoción de 2016

La segunda característica general es la enseñanza socrática o memética. El método socrático no debe confundirse con un seminario, donde los estudiantes reciben preguntas abiertas para discutir. Si bien esto ciertamente sucede en un entorno clásico, la enseñanza socrática no es abierta, sino que “guía el alma”. En lugar de proporcionar todas las respuestas por adelantado, los maestros guían a sus estudiantes a descubrir la verdad a través de sus propios trabajos. Como guía, el profesor hace preguntas que dirigen al alumno hacia una meta con delicadeza. Cualquiera que haya leído un diálogo socrático sabe que Sócrates no buscaba una opinión, sino que hacía preguntas para llevar a sus alumnos a la verdad. A un estudiante se le puede enseñar que 2 + 2 = 4 mediante el método socrático.

Este tipo de educación produce no solo pensadores críticos sino estudiantes que se apropian de su propio aprendizaje y, a través de un acto de su propia voluntad, aceptan y abrazan el trabajo necesario para aprender, crecer y descubrir la verdad.

Si desea profundizar en la educación clásica y las formas en que los estudiantes aprenden a través del Trivium (gramática, lógica y retórica), haga clic en aquí para una breve cartilla!

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